Fue histórica su caída en promoción, fue histórico su descenso y, como no podía ser de otra manera, fue histórico su debut en la B Nacional. River, con su triunfo por 1 a 0 ante Chacarita en el Monumental, comenzó su largo camino de retorno a la máxima categoría del fútbol argentino.
Para los hinchas de River fueron casi dos meses de dolor y espera para ver en qué consistiría eso de jugar en el ascenso, y ayer lo pudieron comprobar de una buena vez, aunque no se sintió un cambio tan brusco: pudo jugar de local, a pesar de que se espera una tardía sanción por los disturbios y apretada a Pezzotta del 26 de junio, y fue dirigido por uno de los mejores referís de la Argentina, Héctor Baldassi.
Se dice que River recién comprobará la dureza de la divisional cuando tenga que salir a jugar como visitante, en canchas donde no podrá llevar a sus hinchas y en las que el rival de turno también pretenderá hacer historia ante el conjunto Millonario.
Dentro de ese panorama gris que vive el ahora equipo de Matías Almeyda, se pudo ver algo de buen fútbol y señales de que los refuerzos para este campeonato parecen acertados. Carlos Sánchez, ex Godoy Cruz, y Martín Aguirre, ex Olimpo, se entregaron por completo por su nueva camiseta, aportando marca y juego al igual que el retornado Nicolás Domingo. Si bien no es novedad que Fernando Cavenaghi y Alejandro Domínguez llegan para aportar experiencia y calidad, es para destacar la tranquilidad que le transmitieron a sus compañeros desde el primer minuto. El ex Spartak e Inter de Porto Alegre no estuvo tan fino a la hora de la definición y no tuvo la participación que se le esperaba, pero se notó que la cinta de capitán no le pesa. En lo futbolístico fue vital el aporte de Chori, con gran manejo de la pelota y de los tiempos, además del tiro que metió en el palo y la pelota que le sacaron sobre la línea cuando era el segundo tanto Millonario.
River, en el partido más importante desde su peor fracaso futbolístico, salió con ganas de comerse crudo a su rival. Encontró el gol muy temprano a través de Juan Manuel Díaz pero padeció lo mismo que padece desde hace un lustro: no puede cerrar los partidos y sufre mucho.
Lo cierto es que ganó en el debut y se sacó rápidamente la amargura del partido del 26J ante Belgrano de Córdoba, aunque con esto no se consigue un ascenso. Para ello deberá luchar mucho más, mantener la concentración y conseguir la regularidad para no volver sobre errores del pasado inmediato.
El fútbol argentino espera que le llegue la sanción por lo ocurrido ante el conjunto cordobés. Debe ser así, ya que sería una injusticia total teniendo en cuenta que otros equipos fueron duramente castigados en anteriores oportunidades. River debe empezar a pagar y limpiar su imagen, para que su ascenso sea merecido, al igual que su descenso.
@APanfil
Un Poco de Fútbol 