Si bien serán recordadas con el mismo valor, esta última vuelta olímpica del Barcelona quedará grabada a fuego porque en el verde césped se vio la perfección. Ese estilo de juego que la entidad Culé cultiva en La Masía y por el cual obtiene grandes resultados con el equipo profesional parece haber rozado la excelencia en un momento donde ya nadie discute su supremacía. Nadie puede atreverse a negar que el Barcelona es el mejor de estos tiempos y probablemente será justo que se lo considere como el mejor equipo de la historia.
Pedro, Messi y Villa dieron las estocadas al United en los momentos justos. La superioridad del equipo de Guardiola fue impresionante. El elenco inglés, gran animador de cualquier competencia que dispute, sintió que podía cuando consiguió el empate parcial por medio de Wayne Rooney, pero internamente siempre supo que era inferior a los blaugrana.
Sin poder creer todavía lo que está consiguiendo con su equipo de toda la vida, Pep Guardiola dedicó un capitulo aparte al MVP de la final: “Lionel Messi es el mejor jugador que he visto y el mejor que voy a ver probablemente. Tenemos buenos jugadores pero sin él creo que no podríamos dar ese salto de calidad. Messi es único, es irrepetible, y espero que no se aburra. Esperemos que el club sea lo suficientemente inteligente como para fichar los jugadores adecuados y rodearlo de la mejor manera”.
Al ver que su creación es perfecta, Pep sabe que tendrá que buscar motivación en otro lado: “Me siento un privilegiado por tener estos jugadores. Soy muy feliz por ser el entrenador de estos chicos pero no es un trabajo fácil. Continuaré por un año más y después veré. Mi futuro será muy duro en otro club…pero quizás ese sea el desafío, ir a otro club y encontrar este tipo de jugadores”.
El mundo entero espera que la desmotivación no afecte a este asombroso Barcelona, por el bien del fútbol.
@APanfil
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