¿HABRA NUEVO CAMPEON O PESARA LA HISTORIA?
Para la primera opción, surgen Holanda y España, que siempre fueron tachados de candidatos en la previa y que luego defraudaron como de costumbre.
La Naranja tuvo su gran chance en el 74 y en el 78. Las dos finales perdidas le dieron ese titulo de segundón de lujo, aunque se recordará por siempre al asombroso equipo liderado por Johann Cruyff en el primer mundial organizado por Alemania.
Habiendo eliminado a Brasil, los holandeses consiguieron el envión suficiente para ir por su primer titulo. Están a dos partidos de conseguirlo. Las claves son Robben y Sneijder.
España sufrió lo mismo, pero no conoce lo que es jugar una semifinal, y mucho menos, una final. El conjunto ibérico cuenta con la chance única de quedarse con el titulo, no sólo por tener muy fresco el recuerdo de la Eurocopa ganada en 2008 y un estilo de juego vistoso y efectivo, sino que también-y no menos importante-cayeron varios gigantes que pintaban como serios rivales, como Brasil y Argentina.
Claro, dos de los semifinalistas, Alemania y Uruguay, ya fueron campeones del mundo y eso puede pesar.
Los germanos no sólo llevaron historia a Sudáfrica sino que también llegaron con un gran presente y un juego vistoso, dinámico y goleador.
La Celeste, luego de 40 años, disputará una semifinal. De ganar, jugará una final luego de 60 primaveras. Alimentado por un gran sacrificio y un mix de experiencia y juventud, Uruguay va por su tercer titulo del mundo. Aunque es difícil, nada es imposible.